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Dieta china: los beneficios médicos que no conocés

Los orientales son reconocidos por su espiritualidad, pero también por tener una de las gastronomías más balanceadas y saludables del mundo. Es que su cocina se remonta miles de años atrás, de pruebas y errores que derivaron en platos muy nutritivos, que tienden al minimalismo y a sumar los mejores ingredientes para el correcto funcionamiento del organismo.

En general, la comida china se centra en el arroz, las proteínas magras y las grasas saludables. Hablamos de animales como el pollo, algunos cortes de cerdo, pescados y pavo, reconocidos por su bajo contenido de lípidos. Incluso los condimentos que se utilizan en estos platos son reducidos en sodio y se preparan con reducciones o polvos de raíces, de comprobada acción terapéutica.

Además, los chinos lograron una excelente combinación entre formas de cocción que no alteran las propiedades de los productos (al vapor o hervidas aprovechando el caldo), pero además una cuota de sabor única. Es que las diferentes combinaciones de los productos disponibles en el gigante asiático, a lo largo del tiempo, se refinaron en platos únicos y muy nutritivos.

Las claves de esta gastronomía están en algunos de sus ingredientes, que esconden, además de un sabor muy distinguido, notorias propiedades medicinales que podemos incorporar a nuestra dieta de forma fácil y divertida. Sea que la preparemos en casa o que optemos por pedirla a domicilio en sitios como este, exploremos las razones por la cual disfrutar de la comida china.

Omega-3: un ácido graso presente en muchos de los pescados, incluyendo a los que brindan nuestras aguas. Es indispensable para que el organismo combata la hipertensión, el exceso de grasa abdominal y el hígado graso, entre otras patologías. Además, los investigadores encontraron relación entre el consumo de estas moléculas y la prevención de enfermedades neurológicas y cardiovasculares. Por otra parte, se conoce que aportan al correcto desarrollo del cerebro durante el crecimiento del feto.

Jengibre: una raíz de uso milenario en China y países limítrofes. Entre los beneficios de este condimento podemos destacar la prevención de gripes y resfríos, pero también será útil si la enfermedad está en nuestro organismo. Es una excelente forma de aliviar dolores abdominales y mejorar la digestión. Además, está probado que ayuda a reforzar el sistema inmunológico.

Té verde: las infusiones de hierbas son una excelente combinación para la comida china. En Asia es muy común acompañar muchos platos con una taza de té verde, es que es un producto muy rico en antioxidantes, compuestos vitales para combatir los tipos más comunes de cáncer, ya que atacan a los radicales libres. Por otra parte, ayudan a inhibir la oxidación del LDL-Colesterol, uno de los causantes de enfermedades como la aterosclerosis.

Ginseng: los chinos la conocen como “la raíz de la felicidad”, ya que tiene un efecto tónico considerable. De acuerdo a los especialistas, ayuda además a combatir la fatiga física y mental, tiene efectos muy positivos sobre la salud cardiovascular y por si fuese poco, el consumo de esta raíz disminuye los niveles de glucosa en sangre.