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En La Plata hay un homicidio por semana

Las cifras son escalofriantes y evidencian el incremento delictivo que registró el último informe de la Procuración bonaerense. Pese a la resistencia del intendente Garro, buscan declarar la emergencia en la ciudad. El secretario de Seguridad, Darío Ganduglia, en la mira

El crimen de la adolescente Abril Bogado volvió a poner en debate el flagelo de la inseguridad que se vive en La Plata, ciudad que en el último año se convirtió en una de la regiones del país donde más se han incrementando los índices delictivos.

Un relevamiento realizado por diario Hoy muestra que, en lo que va del año, se registraron al menos cuarenta homicidios en el Gran La Plata, en su gran mayoría en ocasión de robo, tal como el que desencadenó la muerte de Abril Bogado en Ringuelet el domingo pasado. Los números dan miedo: en nuestra ciudad se registra, en promedio, un crimen por semana.

Pese a este escalofriante panorama, el intendente Julio Garro y sus concejales, que tienen mayoría en las comisiones del Concejo Deliberante, ponen trabas a que se declare el estado de emergencia en seguridad en La Plata. Desde hace varios meses hay un proyecto que tiene despacho en la comisión de Seguridad, que preside Javier García. Pero no será sometido a votación en el recinto hasta que se expida la comisión de Legislación, algo que hasta el momento no ocurrió por la falta de voluntad política de Cambiemos.

“Vamos a exigir que se haga presente el secretario de Justicia y seguridad, Darío Ganduglia, para que explique cuáles son las iniciativas que está llevando a cabo el municipio ante este flagelo. Hasta ahora no sabemos cuál es la política de seguridad de Garro. Los patrullajes en las cuadrículas en las que está dividida la ciudad brillan por su ausencia, y gran parte de la cámaras de vigilancia ni siquiera funcionan”, explicó Gastón Crespo a este diario. El edil platense destacó que, en caso de que Darío Ganduglia haga caso omiso a los requerimientos, pedirán la interpelación del funcionario.

La conducción de la Secretaría de Seguridad viene siendo objeto de cuestionamientos desde el momento en que Garro asumió como intendente. El primer responsable del área fue el excomisario Daniel Piqué, quien tuvo que renunciar al quedar imputado en la causa por la muerte de Emilia Uscamayta Curí, ocurrida en una fiesta clandestina realizada en la localidad de Melchor Romero. Si bien Piqué fue acusado de haber liberado la zona, actualmente sigue teniendo vínculos con la gestión municipal, a punto tal que su mujer, Mariana Palmieri, continúa desempeñándose como funcionaria. Lo mismo ocurre con el subsecretario del área, Carlos Mariescurrena, mano derecha del excomisario. A su vez, este año se incorporó Oscar Terminiello, quien se hizo cargo de la Dirección Municipal de Enlace con las Fuerzas de Seguridad.

Terminiello es un excomisario que fue pasado a retiro obligatorio por la gobernadora María Eugenia Vidal, luego del escándalo que significó la fuga de los autores materiales del Triple Crimen de General Rodríguez, los hermanos Lanatta y Cristian Schillaci, a fines de 2015.

El crecimiento delictivo en La Plata viene siendo alertado por la Procuración General que preside Julio Conte Grand.

Según su último informe estadístico correspondiente al Departamento Judicial de La Plata, que incluye nuestra ciudad y otras 13 localidades,  mientras en el total del suelo bonaerense durante 2016 el delito creció un 3,8% en comparación con 2015, a nivel local esa cifra llegó al 8,4%, es decir, un 120% más que en todo el terreno provincial.

En La Plata los hechos delictivos crecieron cuatro veces más que en la localidad de San Martín, donde se encuentra uno de los lugares más peligrosos en relación con el narcotráfico, como así también tres veces más que en Bahía Blanca y casi el doble que en Lomas de Zamora.

Otro quebrantamiento de la ley que tuvo un amplio crecimiento fue el robo agravado por el uso de arma de fuego, que aumentó un 81,3%. En este sentido, los números contrastan con lo que ocurre en terreno bonaerense, donde subió solo un 5%, es decir que en la ciudad esta modalidad delictiva se desarrolló un 1.600% más que a nivel provincial.