Marcos Peña fue a Diputados y habló de una realidad invisible
El tono fue el mismo que el utilizado por el Presidente, Mauricio Macri, en la apertura del año parlamentario. Ante los diputados de la Nación, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se empecinó durante unas ocho horas a llamar triunfos lo que millones sufren como derrotas
El tono fue el mismo que el utilizado por el Presidente, Mauricio Macri, en la apertura del año parlamentario. Ante los diputados de la Nación, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se empecinó durante unas ocho horas a llamar triunfos lo que millones sufren como derrotas.
En su primer informe de gestión del año, repitió, sin ruborizarse, que “la inflación está bajando” y que “no estamos usando muletas ni incubando una crisis”.
Basado en “datos económicos” cuya fuente no precisó, el ministro relató esta realidad después de que el Banco Central admitiera que el incremento interanual rozará el 20% y en el mismo día en que el Indec informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó en febrero 2,4% a nivel nacional, impulsado por la suba en las tarifas de servicios públicos, combustibles y alimentos. Si a esto se suma que las mediciones privadas hablan de un alza mensual superior al 3% y que en los últimos doce meses el incremento fue del 26,3%, las metas oficiales del 15% interanual parecen cada vez más lejanas.
Fiel al exitismo macrista, Peña habló de lo que solo es visible a los ojos del Gobierno: dijo que “la Argentina está creciendo”, que “comenzó el camino del desarrollo”, mientras exageró que “la economía alcanzó su máximo nivel de producción histórico”. Obvió, así, la coyuntura de las industrias que se caen a pedazos, de las familias que día a día quedan afuera del sistema o de las asfixiadas economías regionales, en un contexto en el que se privilegia la bicicleta financiera y las inversiones no llueven.
En una línea similar, negó la crisis en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), donde ya fueron despedidos 258 trabajadores. “No hay un proceso de deterioro, de desmantelamiento, o una privatización encubierta del INTI», desmintió sobre la situación en el organismo que ayer motivó una denuncia de Margarita Stolbizer (Ver aparte).
No obstante, el súmmum lo alcanzó cuando intentó defender el déficit fiscal: “La experiencia de otros países demuestra que se puede crecer con déficit fiscal”, sorprendió, al minimizar los números rojos de las cuentas públicas: el año comenzó con un déficit de $25.889 millones, lo que representa una caída del 366% con respecto a igual mes del año pasado.
Esta pérdida, el Gobierno trata de financiarla con más deuda, tomando préstamos que, a su vez, se utilizan para el pago de intereses. Lo hace a través del Ministerio de Finanzas que conduce el cuestionado Luis Caputo, amigo del Presidente y amante de las empresas offshore, al que el jefe de Gabinete volvió a defender por “honesto” y “creíble”.