El FMI vuelve a poner la lupa sobre Argentina
La titular del FMI, Christine Lagarde, y el titular del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, desembarcaron ayer en Buenos Aires para participar de la cumbre de ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales del G-20 que tendrá lugar el 19 y 20 de marzo.
La titular del FMI, Christine Lagarde, y el titular del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, desembarcaron ayer en Buenos Aires para participar de la cumbre de ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales del G-20 que tendrá lugar el 19 y 20 de marzo.
La visita al país se da tras ocho años de ausencia. Ayer, en su primera actividad, Lagarde participó junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujvone, de una conferencia en la que, entre otras cuestiones, advirtió sobre el manejo de las cuentas públicas.
“En la mayoría de los países, la política fiscal debería volver a centrarse en los objetivos a mediano plazo y aprovechar el mayor crecimiento para construir reservas”. Trascendió que el Gobierno buscará endulzar los oídos del FMI con datos de una realidad que no es tal: como baja inflación y crecimiento económico.
Como se sabe, el organismo con sede en Washington, nació tras el ocaso de la Segunda Guerra Mundial con un principio “noble” y “razonable” para fomentar la cooperación monetaria internacional, sobre todo en los países en crisis.
Pasó el tiempo y esta suerte de ONG internacionalista privilegió los intereses de la Patria que los promovió: Estados Unidos. Se cae de maduro que su cooperación no es gratuita: exige el orden en las cuentas públicas, con sus costos e intereses. Un yugo que depara ganadores y perdedores. Por ejemplo, una de sus recetas para achicar el déficit recomienda recortar las jubilaciones, sugerencia que Cambiemos cumplió con la apurada reforma previsional de diciembre pasado.