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Macri y esa manía por el ajuste

El presidente dio luz verde ayer a los retiros voluntarios con los que pretende achicar aún más la planta de trabajadores del Estado. El decreto publicado en el Boletín Oficial extiende la posibilidad a todos los empleados de los ministerios y secretarias del Poder Ejecutivo, como también organismos descentralizados e instituciones de la seguridad social

El presidente Mauricio Macri dio luz verde ayer a los retiros voluntarios con los que pretende achicar aún más la planta de trabajadores del Estado. El decreto publicado en el Boletín Oficial extiende la posibilidad a todos los empleados de los ministerios y secretarias del Poder Ejecutivo, como también organismos descentralizados e instituciones de la seguridad social. Con este ajuste encubierto, el Gobierno espera seducir a los casi 80 mil trabajadores en condiciones de adherirse al retiro.

La medida, que no significaría un problema si la coyuntura actual ofreciera trabajo digno para todos los argentinos, posibilita el retiro en tres opciones. De acuerdo a la norma publicada, la primera categoría apunta a quienes tienen 65 años o más pero no poseen los años suficientes de aportes.

En segundo lugar el retiro voluntario contempla a los trabajadores que tengan entre 60 y 65 años.

En la última categoría están incluidos el resto de los trabajadores con la condición de tener dos años de antigüedad en alguna de las dependencias públicas incluidas. Para ellos el decreto contempla apenas el pago de entre 6 y 24 cuotas mensuales del 70% del salario neto y un bono que puede ser de hasta 6 sueldos.

Desde el Poder Ejecutivo consideran que hay casi 80 mil trabajadores en condiciones de acceder al retiro voluntario, sobre el universo total de empleados estatales que es de casi 210 mil personas. Es decir, que la medida afectaría a más del 62% del personal.