Tarifazos: hoy borran con el codo lo que ayer escribieron con la mano
El mes pasado, el presidente Mauricio Macri y la Gobernadora María Eugenia Vidal se pusieron al frente de dos grandilocuentes anuncios: la baja de impuestos para disminuir el impacto de los tarifazos en servicios públicos. Pero cuando la tinta de esas medidas todavía no secó, lo que ayer escribieron con la mano hoy es borrado con el codo.
Ayer, asociaciones de Defensa del Consumidor advirtieron que los usuarios deberán comenzar a pagar las tasas municipales en las boletas de gas, lo cual llevará a los aumentos en las facturas por encima del 1.000%.
Antes, ese tributo corría por cuenta de las empresas, pero ahora el Ministerio de Energía les dio la autorización a las concesionarias a trasladar el pago a los usuarios.
“Va en sentido contrario de lo que postula Cambiemos, de eliminar los impuestos a los servicios públicos”, cuestionaron desde la asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco).
“Es una resolución del año pasado que ahora fue reglamentada. Va en sentido contrario a lo que se plantea”, insistió el titular de la entidad, Pedro Bussetti, y advirtió que “esto pone en riesgo y hasta alienta que los municipios agreguen nuevas tasas, porque las distribuidoras ya no las van a objetar en la Justicia, sino que las van a trasladar directamente a las boletas”.
En efecto, una de las compañías que ya comenzó a trasladar las tasas es Camuzzi Gas Pampeana, que opera en La Plata y en otros puntos del interior de la Provincia de Buenos Aires.
“Resulta insólito que cuando el presidente Mauricio Macri plantea la eliminación de los impuestos a los servicios públicos, el ministro Juan Aranguren, a través del Enargas, autorice a las distribuidoras a trasladar las tasas municipales a las facturas de los usuarios”, continuó Bussetti.
Como en tiempos del kirchnerismo, nuevamente queda demostrado que el objetivo del plan tarifario gubernamental es el rédito empresario a costa del bolsillo de los usuarios.
Antes, a través de los subsidios que pagábamos todos. Ahora, trasladando toda la carga a las facturas de los servicios. Siempre, sin ningún tipo de control de los organismos públicos para garantizar prestaciones eficientes.