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Invasión de ardillas asiáticas con leptospirosis en el Conurbano

Fueron avistadas en las zonas de Berazategui y Moreno. Son ejemplares de la especie Callosciurus erythraeus

Los vecinos del Conurbano bonaerense se vieron sorprendidos por una inesperada noticia en materia de salud. Un tipo de ardilla originaria del sudeste asiático tiene en alerta a varios municipios, ya que en los últimos meses comenzó a invadir plantaciones y cables. Además, puede transmitir la enfermedad bacteriana leptospirosis.

La ardilla de vientre rojo (Callosciurus erythraeus) es una especie que fue introducida hace 50 años en el partido de Luján, tras lo cual logró establecerse, amenazando la biodiversidad, la salud, la producción y los servicios.

Las ardillas fueron vistas en los partidos de Berazategui y Moreno. Al cabo de un tiempo, salieron del cautiverio y rápidamente se reprodujeron y multiplicaron, por lo que en la actualidad también se pueden observar ejemplares en Escobar, Arrecifes, 25 de Mayo, Capitán Sarmiento, Salto, San Miguel, Daireaux, San Antonio de Areco y Lobos.

El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) ya recibió reclamos de productores frutihortícolas, usuarios de telefonía y televisión por cable y profesionales de la salud. Frente a esto, el Estado lanzó una campaña de comunicación a la que ahora se sumó la Provincia de Buenos Aires. «El mensaje principal para los vecinos es que no las trasladen, no las alimenten, ya que no es una mascota y puede trasmitir parásitos y enfermedades graves como la leptospirosis», advirtió la directora de Recursos Naturales del OPDS, Adriana Ricci.

Según científicos de la Universidad Nacional de Luján, la población de esta ardilla supera los 100 mil individuos e invaden más de 2.100 kilómetros cuadrados, un área que equivale a diez veces la Ciudad de Buenos Aires. También se detectó en parques de la Ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Córdoba y Santa Fe. «Es un roedor, necesita usar sus dientes y uno de los problemas que genera es el daño continuo a los cables de comunicaciones, así como destrucción de corteza de árboles y plantaciones frutales», agregó Ricci. Al igual que otros roedores silvestres, pueden transmitir a las personas parásitos y enfermedades tan graves como la leptospirosis. La estrecha cercanía de esta ardilla con el hombre y sus animales domésticos provocó la necesidad de generar conciencia. Las autoridades precisaron que la dieta de la especie está basada principalmente en semillas y frutos, muchos de los cuales son producidos para consumo humano, como cítricos, nueces, duraznos e higos.