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Científicos argentinos contra el cambio climático

Crearon un método fácil para medir la descarga de los glaciares

En la reconocida película El Día después de Mañana, se muestra una era glaciar devastadora, producto de un brusco cambio climatológico que termina generando consecuencias gravísimas sobre el planeta.

En la misma sintonía, pero fuera de los ficticio, en nuestra actualidad, el deshielo de los glaciales traería consecuencias desastrosas para millones de personas alrededor del mundo y para los sistemas climáticos del planeta, ya que el derretimiento del hielo glacial contribuye al aumento del nivel del mar, que amenaza con desplazar a millones de personas.

Frente a este escenario que empeora día tras día, científicos argentinos y alemanes desarrollaron un método eficaz, sencillo y económico para calcular la descarga de agua o los caudales que surgen de la ablación o reducción en la nieve o el hielo de la superficie de un glaciar.

El trabajo, aseguran, contribuirá a monitorear los efectos del cambio climático y otras variables asociadas a la biosfera y a las actividades humanas.

«La principal ventaja de nuestro modelo es que estima los caudales con pocos datos (solo temperaturas del aire) y una serie de calibración corta, como los datos diarios de descarga durante un mes», indicó uno de los directores del avance, el doctor Adrián Silva Busso, investigador especializado en Hidrogeología del Instituto Nacional de Agua (INA) y profesor del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA. «Para darse una idea del volumen de agua, un metro cúbico son 1000 litros, o sea, son 1000 litros por segundo. Es como un tanque de agua domiciliario por segundo», comparó Silva Busso, quien también enseña en el Departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

Vale destacar que el modelo es muy económico desde el requerimiento de información, ya que solo necesita una serie de datos de temperatura del aire y el apoyo de una breve campaña de mediciones en el terreno que permitan calibrarlo y validarlo», destacó la especialista Silva Busso.