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Más de 14,6 millones de argentinos condenados a la pobreza

De acuerdo a los últimos registros de la UCA, la pobreza saltará al 33% y la indigencia pasaría a afectar a uno de cada diez argentinos

Tristeza. Bronca. Por qué no rabia. La tan mentada “pobreza 0” que el presidente Mauricio Macri convirtió en uno de sus eslóganes de campaña se parece cada vez más a una lejana entelequia.

Con un agravante: por la senda actual no hay perspectivas de un futuro mejor. “La pobreza está aumentando y afecta principalmente a los niños”, lamentó el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, Agustín Salvia.

“El riesgo es que las personas que con mucho esfuerzo lograron salir en 2017 vuelvan a caer”, advirtió el experto.

Las cifras son alarmantes. Pensar que tras ellas hay familias, personas que se desvelan por un pedazo de pan sin tener los recursos ni las formas para conseguirlo, desgarra: de acuerdo a los últimos registros de la UCA, la pobreza saltará al 33% y la indigencia pasaría a afectar a uno de cada diez argentinos. Más de 14,6 millones de argentinos sin comer. Según las últimas estadísticas, los compatriotas en esta situación eran 11,5 millones, y ya era un drama.

“Los niños son las principales víctimas ante una situación de crisis o pobreza”, insistió Salvia, como para golpear los oídos sordos del Presidente, la Gobernadora y sus funcionarios.

La disparada de la inflación, la devaluación y los recurrentes tarifazos es la explicación que encuentra Salvia al tendal de argentinos que el sistema fue escupiendo. Y criticó, en forma de imperioso reclamo, lo que tantas veces alertamos desde estas páginas: que en todos estos años de democracia, los diferentes gobiernos no hayan tenido “una política de desarrollo. Hay que sentar las bases para la creación de empleos en pequeñas y medianas empresas”, pidió.

Tan necesario y tan simple como eso: trabajo para multiplicar los panes y los peces. Para repartir dignidad entre tantos que hoy se resignan a vivir de las sobras, a morir en la marginalidad.