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La crisis paraliza la industria y el comercio

Firmas líderes suspendieron la entrega de productos hasta definir nuevas listas de precios. La industria mediana no accede a insumos o materias primas, y cuando lo logra se los cobran cotizados en dólares. Muchos bajan las persianas y esperan “a ver qué pasa”

Proveedores de insumos que rechazan pedidos. Listas de precios que se modifican casi a diario. Entregas de productos que se refacturan al ritmo de la devaluación antes del momento del pago. Bancos que no liquidan créditos ya acordados ni aceptan cheques de terceros en canje. La actividad industrial y comercial vive, en los últimos días, un estado de parálisis por imposibilidad de seguir operando, ya sea por falta de insumos o de precios de referencia. Algunos establecimientos del Gran Buenos Aires y del Gran Rosario, por ejemplo, optaron por cerrar las persianas hasta el próximo lunes, cuando volverán a evaluar la situación o, en términos más corrientes, “esperar y ver qué pasa”. El descontrol de la política financiera y cambiaria del gobierno ya contaminó la economía real, y proyecta las peores perspectivas sobre un futuro casi inmediato.

“Nos terminamos eliminando entre nosotros”, se quejó un industrial de Rosario, del rubro químico, después de relatar a PáginaI12 cómo se fue complicando la relación, en estos días, entre proveedores y fabricantes, y a su vez entre estos últimos y sus clientes tradicionales. “Tengo tres proveedores de insumos esenciales para nuestra producción que no reciben pedidos hasta nuevo aviso; ya desde hace rato habían acortado los plazos de pago y en el último mes venían actualizando la lista de precios por semana”, señaló. “La mayoría de nuestros insumos cotizan en dólares, y algunos proveedores hasta te envían nota de débito por la devaluación entre la fecha de factura y la fecha de pago”, agregó, apuntando que “yo tengo tres meses de ventas en la calle (entregadas pero no cobradas), facturadas cuando el dólar estaba a 19,90; cuando tenga que reponer la materia prima, derivada de la petroquímica y el aluminio, ¿a qué precio la voy a pagar?”.