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En plena crisis, el Gobierno arroja un ancla a las PyMes

En plena crisis, los dueños de PyMes temen embargos compulsivos por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)

En plena crisis, los dueños de PyMes temen embargos compulsivos por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Así lo expresó la Unión de Emprendedores nacional, que se mostró preocupada y pidió que el organismo extienda la adhesión a un plan de pagos que vencería el 31 de este mes.

«Si no se estira esa fecha creemos que el 15% de las empresas argentinas van a sufrir embargos de cuenta corriente. Todos los que no entraron a la moratoria de la AFIP se los va a embargar compulsivamente», aseguró el titular de la Unión de Emprendedores, Rodolfo Llanos, quien también apuntó a la difícil situación que transitan comercios y pymes por la baja rentabilidad.

Llanos se refirió específicamente al crecimiento inflacionario y a la pérdida del poder adquisitivo de la población, y sostuvo que eso desencadena en “la caída de ventas” y que «una pyme no tiene forma de absorber ese impacto».

Todos los pronósticos, inclusos los del propio Gobierno, proyectan que el camino de la recesión será largo y sinuoso. De hecho ayer, la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal) revisó a la baja todas las proyecciones de la actividad económica para la región, pero mientras la expectativa para el resto de los países apenas empeoró (estima un crecimiento del 1,3%, dos décimas por debajo de la estimación anterior), en el caso de la Argentina el cambio de pronóstico fue drástico: ahora espera una caída en la actividad del 2,8%, contra el 0,3% anterior.

En tanto, se prevé que la caída de la actividad continúe durante el año próximo.

En esa encrucijada que conduce a la desaparición del mercado interno se encuentran las PyMes, castigadas por el enfriamiento de la demanda, la devaluación, los tarifazos en servicios imprescindibles para su funcionamiento -la luz, el gas-; y las tasas de interés que pueden superar el 100% anual, haciendo imposible el financiamiento de cualquier actividad productiva.

Si en este contexto se les traba un embargo, donde antes había unas pocas chimeneas humeantes, trabajo, alguna producción, habrá un silente cementerio.