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Renunció la presidenta del Instituto de Medioambiente de Brasil tras una polémica con Bolsonaro

La presidenta del Instituto de Medio Ambiente Brasileño y de los Recursos Naturales (IBAMA), Suely Araújo, renunció hoy tras recibir fuertes críticas públicas del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por el valor de un contrato que había firmado para alquilar vehículos destinados a los fiscales del organismo.

Araújo iba a ser sustituida por Eduardo Fortunato Bim, el hombre elegido del ministro de Medio Ambiente brasileño, Aquino Salles, para encabezar el organismo, pero decidió adelantar su salida luego de que Bolsonaro la cuestionara en Twitter por el convenio de 7,8 millones de dólares.

La funcionaria rechazó cualquier «insinuación» de irregularidad en el convenio de alquiler de 393 camionetas «ya adaptadas para actividades de fiscalización, combate incendios forestales y atención de emergencias ambientales».

«La acusación sin fundamento evidencia el completo desconocimiento de la magnitud del Ibama y de sus funciones; el valor previsto para el contrato inicialmente era muy superior al conseguido en la licitación, que atendió todas las exigencias legales», explicó. En su carta de renuncia aseguró además que su salida era una forma de acelerar la transición.

El Instituto de Medio Ambiente Brasileño (IBAMA) se encarga, entre otras cosas, de otorgar la concesión de las licencias ambientales a las empresas mineras, petroleras y de agricultura intensiva que se encuentren en reservas naturales.

La polémica
Desde ayer, Araújo y su organismo dependían del nuevo ministro de Medio Ambiente, quien había criticado a la funcionaria por el contrato firmado entre el IBAMA y la compañía de Alquiler de las Américas. «Casi 30 millones de reales (7 millones de euros) en alquiler de coches, sólo para el IBAMA…», señaló.

Bolsonaro compartió el mensaje de su ministro y endureció el tono. «Estamos en un ritmo acelerado, desmontando rápidamente montañas de irregularidades y situaciones anormales que están siendo comprobadas y expuestas. ¡La certeza es que había todo un sistema con el objetivo principal de violentar financieramente al brasileño sin la menor preocupación!», escribió. Poco después borró el mensaje.

El organismo dijo que la acusación de Bolsonaro no tenía fundamento. «El valor estimado inicialmente para este contrato era bastante superior al conseguido al final del proceso de licitación, que cumplió con rigor las exigencias legales y fue aprobado por el Tribunal de Cuentas de la Unión», continuó.

El contrato, explicó el organismo, incluye combustible, mantenimiento, seguros y sustitución cada dos años.

Bolsonaro recibió críticas de ambientalistas y referentes de DD.HH. luego de que dispusiera que el Ministerio de Agricultura será el encargado de tomar decisiones sobre las tierras reclamadas por los pueblos indígenas. Hoy afirmó que no permitirá la utilización de la moneda indígena.