El por qué del Mal
Ley de Atracción Universal
El bien consiste en la elección de aquello que es positivo para todo el mundo, no solo para uno o para su grupo afín. La vía positiva es la que conduce de vuelta a Casa, pero en nuestra dimensión el mal es una herramienta importante para que aprendamos «lo que no es»
Los seres que se hallan en mundos densos, como el nuestro, si sólo conociesen la positividad, el bien, tendrían difícil su superación tanto a nivel material como espiritual, pues no buscarían perfeccionarse debido a hallarse en un medio muy benigno; no se esforzarían por volver a la fuente, al gozo absoluto y eterno.
Se introdujo el mal, la negatividad, como una herramienta a través de la cual poder superarnos y esto se hizo de acuerdo con el Ser Supremo.
Unos seres de alto nivel espiritual aceptaron ayudarnos; estos seres actuarían ofreciéndonos el mal como posibilidad de elección.
Ellos actúan principalmente en el plano astral, a través de nuestro cuerpo astral; también actúan a través de gente física que está bajo su mando en grandes organizaciones.
Así pues, en este nuestro mundo de libre albedrío, se nos dan siempre dos posibilidades de elección: el bien y el mal.
El bien consiste en la elección de aquello que es positivo para todo el mundo, no solo para uno o para su grupo afín.
El mal consiste en la elección egoísta; es decir, aquella en la que no se tienen en cuenta los intereses de todo el mundo y que solamente favorece a uno mismo, a sus seres más próximos o a su grupo.
Es cada persona la que elige el bien o el mal en cada situación
Si uno elige el bien, esta elección resonará en todas las dimensiones y en puntos alejados de nuestro universo y será enviado de vuelta a nosotros más bien (LEY DE ATRACCIÓN UNIVERSAL). La frecuente elección del bien por parte de un ser crea unas vibraciones de positividad que afectan al entorno de este ser de manera que otras personas captarán estas vibraciones y unas personas con otras crearán un entorno general positivo que traerá a la realización aún mayor nivel de positividad.
Si una persona elige el mal esta elección resonará también en todas las dimensiones y en todos los confines del universo y esa persona recibirá más mal por parte del universo; las vibraciones de negatividad creadas influirán en los seres del entorno que sintonicen con ese tipo de vibraciones y a su vez recibirán las vibraciones negativas de vuelta del universo creándose un entorno de negatividad, un ente poderoso con la forma de pensamiento del grupo afín. Los seres muy contaminados por este tipo de energía son quienes llevan a cabo los actos físicos de negatividad, quienes materializan las maldades que conocemos.
Las maldades en lo físico o a nivel mental no son traídas a nuestra realidad directamente por los seres que nos ayudan ofreciéndonos la negatividad como elección posible, sino por seres que se dejaron contaminar, seres que eligieron la negatividad como su forma de expresión. Los grandes seres que nos ofrecen la posibilidad de elección negativa sólo nos sirven de catalizador. El nivel de evolución espiritual de cada ser es el que facilita la elección del bien o el mal.
La vía positiva es la que conduce de vuelta a Casa, pero en nuestra dimensión el mal es una herramienta importante para que aprendamos «lo que no es»; con ella aprenderemos que la negatividad no se combate con más negatividad, lo mismo que el fuego no se combate con más fuego.
Para facilitar el tipo de elección positivo hemos de tener muy presente que sólo existe uno de nosotros y que la separación es una ilusión que se introdujo para poder experimentarnos como un ente individual; antes de ser conscientes en este mundo denso y tomar un cuerpo en él acordamos olvidar todo lo que sabemos, pero este olvido solo afecta a nuestros cuerpos más densos; si recordamos nuestra unicidad, actuaremos sin egoísmo, no dando pie a la elección del mal. Así nuestro entorno cambiaría de manera radical materializándose todo aquello que sirva para fines positivos a toda la sociedad.
En estas condiciones dejaríamos de experimentar pronto este tipo de mundo tan denso y con tantas dificultades; ya en los mundos de menor densidad, necesidades como las de alimentación y de cobijo que experimentamos no existirían de forma tan dura.
Nuestro problema es que son demasiados los hombres que sintonizaron con el mal y que en muchas ocasiones lo llevaron a extremos muy duros. Es nuestro inconsciente colectivo el que modela la materia y crea la escena para las próximas posibilidades de elección. Tanto más duro será nuestro entorno y tanto más duras las circunstancias para la Madre Tierra y todos sus habitantes cuanto más elijamos lo basado en el egoísmo, en el mal.
Lic. Paola López Oyarzabal
Parapsicóloga m1915
Psicóloga transpersonal m1846
Numeróloga – Astrologa –
Psico tarot – MReiki
Ritualista
Contacto: 2475425336