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Mosto: “Con el peine no se le erra nunca, hay que tener constancia”

Pediculosis

El reconocido pediatra habló de las patologías más recurrentes en la niñez: el dilema de los piojos y las enfermedades de verano como la angina y alergias

Esta época suele ser incómoda para varias familias, tanto por la aparición de piojos, enfermedad conocida como pediculosis, como también por las alergias propias de la estación estival y las anginas en verano. En reportaje exclusivo con este diario, el reconocido médico pediatra Carlos Mosto abordó estas situaciones que acomplejan y complican a varias personas.
“La pediculosis es una enfermedad que la produce un ácaro que generalmente ataca a los chicos, quienes se van contagiando de unos a otros y en estos momentos es muy difícil de erradicar porque es resistente a casi todos los tratamientos comunes”, dijo el reconocido profesional y continuó “lo que la Sociedad Argentina de Pediatría recomienda es el peine fino y no usar aplicaciones tóxicas para el cuero cabelludo, para eso se debe realizar una tarea diaria de la mamá y el papá, sacando el ácaro, además se debe evitar que los niños contagien a los otros, por eso es una tarea de todos, lo cual es muy difícil llevarlo a cabo”.
El uso de ‘remedios’ pediculicidas puede producir reacciones alérgicas en el cuero cabelludo de los niños. “También sucede que el ácaro ha hecho resistencia a los esos remedios y por eso no pasa nada cuando se lo aplica”, aseguró Mosto.
“Con el peine no se le erra nunca, hay que tener constancia”. La pediculosis es una ectoparasitosis endémica padecida desde la antigüedad producida por el pediculus humanus capitis. No reconoce barreras geográficas, socioeconómicas ni culturales. Afecta gran parte de la población infantil y adulta de nuestro país llevando al aumento de la tasa de ausentismo escolar y a una disminución del rendimiento en el mismo. La infestación produce en los niños alteraciones en la atención y la concentración lo que lleva a dificultades en el aprendizaje.
En Argentina su incidencia llega a porcentajes altamente preocupantes debido al escaso conocimiento por parte de la comunidad general del agente causal, las formas de contagio y el tratamiento adecuado.
La infestación es más frecuente durante los meses cálidos, generalmente afecta niños entre 3 y 12 años y es más frecuente en el sexo femenino. La forma de transmisión habitual es de cabeza a cabeza por contacto directo, aparentemente también existe el contagio a través de ropas, peines y otros artículos de uso personal contaminados.
El pediculus humanus capitis es un insecto hematófago que mide 2 a 4 mm de longitud. Está altamente especializado, carece de alas y presenta garras en el extremo terminal de las patas que le permiten adherirse al pelo y trepar por él, también posee piezas dentales adaptadas a la succión de sangre y una saliva anticoagulante y vasodilatadora responsable de la irritación que ocasiona el prurito. Se mueve rápidamente desplazándose hasta 23 cm por minuto. En el abdomen presenta seis orificios con membranas diafragmáticas, llamados espiráculos, que comunican el sistema traqueal respiratorio con el ambiente exterior. Dichas aberturas pueden cerrarse voluntariamente lo que le permite flotar en el agua y sobrevivir hasta 36 horas, aún en agua clorada y también protegen al parásito de la acción de ciertas sustancias tóxicas.
Las hembras colocan 3 a 10 huevos por día y viven 4 a 5 semanas. Los huevos del piojo, llamados liendres, están firmemente pegados al pelo por una sustancia cementante, en general a 1 o 2 mm del cuero cabelludo, en climas muy cálidos pueden encontrarse más alejadas. Las liendres son incubadas por el calor del huésped. A los 7 días aproximadamente nace una larva que pasa por tres estadios antes de transformarse en un adulto, esto le lleva 9 días.
Los piojos pueden sobrevivir 48 hs fuera del cuero cabelludo y en condiciones muy favorables hasta 4 días. Esta gran adaptabilidad para sobrevivir fuera del cuero cabelludo es lo que permitiría el contagio a través de objetos personales, areneros y piletas de natación.
Manifestaciones clínicas:
Cuando el parásito se alimenta, la irritación por su saliva provoca eritema del cuero cabelludo, área retroauricular y nuca .El prurito es el síntoma más común. Pueden observarse fácilmente los huevos o liendres en las porciones retroauricular y occipital del cuero cabelludo, con menor frecuencia se puede visualizar al parásito adulto.
El diagnóstico es muy sencillo y definitivo cuando puede verse un parasito adulto o una larva deslizándose por el pelo.
Cuando se visualizan liendres cerca del cuero cabelludo (no más de 6 mm) puede hablarse de infestación activa. Las liendres deben diferenciarse de las vainas de queratina, también de infecciones micóticas muy infrecuentes en nuestro medio como la piedra blanca o la piedra negra. Algunas tricodistrofias como el moniletrix o la
tricorrexis nodosa también pueden confundirse con una pediculosis.
Tratamiento:
La pediculosis es un problema de la comunidad y debe ser encarado cómo tal. Las autoridades de las escuelas y los padres deben trabajar en conjunto basados en el consejo médico para erradicar la infestación.
Debe realizarse la inspección de los pacientes afectados, sus familiares y compañeros. El tratamiento se indicará solamente a los pacientes con pediculosis ya que no tiene sentido realizar tratamientos preventivos.
Es importante aparte de indicar al paciente el tratamiento adecuado ya sea tópico, manual con o sin un pediculicida o sistémico, informar a los padres que los piojos pueden sobrevivir fuera de la cabeza por varias horas, hasta 48 horas. Entonces debe recomendarse lavar la ropa de uso personal y de cama con agua bien caliente, plancharla y aspirar muebles y hogar, usar gorra de baño en piletas de natación y no compartir peines, gorros o bufandas.
Tratamiento: Consiste en la extracción de los parásitos en forma manual utilizando el peine fino. El peine permite extraer en forma rápida piojos adultos, ninfas y liendres. Se aconseja el uso del peine metálico por ser más resistente a la deformación y más durable. El peine fino se pasa delicadamente desde la raíz hasta la punta, se aconseja el uso concomitante de cremas de enjuague cosméticas para facilitar el deslizamiento.
Este tratamiento es inocuo, económico y no crea resistencia como los productos químicos. Debería utilizarse diariamente después del regreso escolar.
Peinar a los niños con el cabello mojado inmoviliza al parásito y es más fácil extraerlo, también el uso de soluciones con vinagre o preparados comerciales con ácido fórmico ayudan a remover las liendres y facilita el tratamiento. Este tratamiento puede hacerse solo o en combinación con pediculicidas.

Irritante: Anginas en verano
“En estos momentos se están dando muchas anginas que son de origen viral, sucede que producen cuadros febriles de bastante duración, entonces se solicita un hisopado, un test rápido que tiene un 30% de falsos negativos y se espera el resultado del cultivo, no se medica al paciente, pero sigue con fiebre y es entonces cuando entra la desesperación de los padres” y añadió “depende de los manejos del pediatra y de la paciencia de los padres, porque si no hay un estreptococo no hay que medicarlo, solo hay que esperar que ese virus cumpla su ciclo y desaparezca, mientras tanto el chico puede estar de tres a cinco días con fiebre”.
“El tema es no medicarlo porque al virus no le hace nada y lo que se está haciendo es crear una resistencia a las bacterias contra ese antibiótico, la Sociedad Argentina de Pediatría insiste con utilizar la menor cantidad de antibióticos porque cada vez los antibióticos están produciendo más resistencia y va a llegar un momento en que no vamos a tener más antibióticos para combatir a las bacterias”.
Para finalizar, el profesional sostuvo “ante las anginas rojas o anginas con placas es importante hacer el test rápido, si sale positivo hay que medicar; si sale negativo hay que esperar y si el cultivo resulta negativo hay que esperar hasta que desaparezca la fiebre”.