Narco brasileño intenta huir de prisión disfrazado de su hija y acaba ridiculizado
El líder de una banda organizada de Brasil, Clauvino da Silva, o ‘Shorty’ para sus amigos, tuvo una audaz idea para escapar de la cárcel, sin embargo, los nervios le jugaron una mala pasada. Su plan era el de hacerse pasar por su hija de 19 años cuando ésta fuera a visitarle. Como cada domingo, la joven tuvo acceso a la penitenciaría Gericinó, ubicada en el oeste de Río de Janeiro, para ver a su padre pero esta vez la que saldría no sería ella, sino él disfrazado de adolescente. Al menos en la teoría.
El plan constaba de varias fases. Primero, era necesario introducir todo lo necesario para que el cambio de look, cuyas dos prendas básicas eran una peluca, una máscara de silicona y unas gafas. Como complemento necesario, Da Silva, de 42 años de edad, usaría ropa de adolescente a su medida donde llamó la atención una camiseta rosa con dibujos de donuts y corazones.
La idea era que él abandonara la cárcel y su hija se quedara dentro, y hasta el momento en que se dieran cuenta, ya le habría dado tiempo a huir. La jugada casi le sale redonda y fue capaz de superar varios controles de salida hasta que se topó con el último. Según las autoridades, estaba actuando de manera muy nerviosa y eso llamó la atención de los guardas de seguridad. Fue entonces cuando le detuvieron y comenzaron a desprender todos y cada uno de los artículos que Da Silva había usado para su gran escapada.
El regocijo de los funcionarios de prisiones era notorio mientras grababan el momento en el que el reo se iba quitando poco a poco las gafas, la peluca, la máscara y la ropa. Llevaba puesto incluso un sujetador bajo la camiseta. Todo quedó grabado en vídeo, con el protagonista en un estado de nerviosismo tras haber sido descubierto. No era para menos ya que de estar en una cárcel de seguridad se le ha trasladado a otra de extrema seguridad y privilegios como el de las visitas semanales pasarán a la historia a partir de ahora.
Las imágenes fueron publicadas por la Secretaría de la Administración de Prisiones de Río de Janeiro vía la agencia AP. Según explicaron las autoridades, Da Silva era uno de los miembros de la jefatura del grupo criminal, Comando Rojo, organización conocida en el país por tratarse de una de las más activas en el tráfico de drogas.