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1º de mayo: el trabajo en tiempos de Cambiemos

Mañana, 1º de mayo, celebramos el Día del Trabajador, en una coyuntura argentina tan compleja en la que tener trabajo ya merece ser festejado

Mañana, 1º de mayo, celebramos el Día del Trabajador, en una coyuntura argentina tan compleja en la que tener trabajo ya merece ser festejado. No obstante, pocos recuerdan que la fecha debe su feriado a los “Mártires de Chicago”, hombres que el 1° de mayo de 1886 comenzaron a protestar en esa ciudad estadounidense para que se respetara la jornada laboral de 8 horas, en lugar de las 12 o 16 que por entonces se trabajaban de corrido en gran parte de Estados Unidos.

Las 8 horas propiciaron las luchas obreras desde los inicios de la revolución industrial y ya en 1868 el presidente estadounidense Andrew Johnson la convirtió en ley. Pero ciudades como Chicago, epicentro de la industrialización por el desarrollo del ferrocarril, se resistían. Entonces, un grupo de anarquistas inició una huelga por sus derechos que duró tres días y culminó en tragedia: en medio de la manifestación pacífica, un desconocido arrojó una bomba y mató a varios policías. Por el hecho, fueron acusados 31 trabajadores, a cinco se los condenó a la horca y a tres a prisión. Desde entonces, se los conoce como los “Mártires de Chicago”, puesto que su lucha logró la reducción de la jornada laboral a 8 horas.

Fruto de esfuerzos, sacrificios y voluntad política, este derecho, como tantos otros, también se conquistó en la Argentina hasta ganar su espacio en la  Constitución Nacional.

Pero los actuales son tiempos de vulneración de derechos, más que de conquistas. La reforma laboral, cajoneada a fines del año pasado y que el Gobierno acaba de enviar al Congreso, persigue ese objetivo. Aparecen en ella el blanqueo de deudas por cargas sociales, una suerte de “indulgencia” a las empresas que tengan en negro a sus empleados y por la que el trabajador deberá “renunciar a toda acción y derecho” contra su empleador por los anos que lo tuvo sin registrar; pasantías no remunerativas; y la creación de una agencia para evaluar qué enfermedades laborales o tratamientos podrán ser cubiertos por las obras sociales. Pero también, un capítulo secundario y no menos polémico: excluir del cálculo indemnizatorio “el sueldo anual complementario, los premios y/o bonicaciones, y toda compensacioón y/o reconocimiento de gastos que el empleador efectúe hacia el trabajador”.

En medio de este contexto, mañana habrá actos, marchas y ollas populares, desde las 11, con epicentro en Capital Federal. En tanto que a las 17, la CGT realizará un acto conmemorativo con la presencia de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.