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En temporada de vacaciones especialistas recomiendan permanecer alerta a la otitis

Con el inicio del receso estival muchas personas se ven afectadas por molestias auditivas que son producto de los viajes en avión, el uso de una pileta o del mar en un ambiente de humedad y calor. Qué aconsejan los especialistas.

Con la llegada del calor muchas personas se ven afectadas por molestias auditivas que pueden ser consecuencia de los viajes en avión, el uso de una pileta o del mar en un ambiente de humedad y calor.

Para evitar la aparición de dolor intenso en los oídos en estas situaciones es recomendable realizar la consulta al médico pediatra en el caso de los niños y al especialista en los adultos, quienes evaluarán el estado de los oídos y la vía aérea.

La otitis es la molestia más común durante el período vacacional de verano por el constante contacto con el agua y por los productos utilizados para el mantenimiento de las piletas resultan irritantes para la piel.

Estas lastimaduras representan la puerta de entrada de las bacterias que inflamación de la piel del conducto auditivo externo.

«Se caracteriza por el dolor intenso, y en algunas ocasiones se observa una descarga de material purulento. Las otitis externas son cinco veces más frecuentes en nadadores y es más común en regiones de clima cálido y húmedas.

La incidencia puede incrementarse al final de la época de verano probablemente por el retraso del diagnóstico y la dilación en la consulta por estar de vacaciones», destacó María Andrea Ricardo, jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico y asesora médica de GAES Centros Auditivos.

La presión atmosférica en la cabina del avión es menor que la que se encuentra a nivel del mar, esto origina un desplazamiento del tímpano hacia la zona de menor presión, provocando dolor y pérdida auditiva.

Los niños tienen mayor predisposición para sufrir estos inconvenientes por la inmadurez de su sistema de compensación, debido a la disposición y anatomía de la trompa de Eustaquio y la presencia de rinitis y adenoides.

Algo similar a los aviones, pero a la inversa ocurre durante el buceo.

Aumenta la presión atmosférica y desplaza el tímpano hacia adentro provocando dolor y pérdida auditiva.

Puede presentar cuadros más severos como mareos, vértigos, zumbidos e hipoacusias severas.

Antes de iniciarse en estas actividades se sugiere consulta con el especialista quien realizará los estudios necesarios e indicará los medios para prevenir inconvenientes.

Para evitar posibles inflamaciones o infecciones, GAES Centros Auditivos ofrece algunos consejos y recomendaciones para mantener óptima nuestra salud auditiva:

  • Evitar la acumulación agua y la humedad colocando algodón apenas embebido en vaselina en el pabellón.
  • En un gotero colocar alcohol y vinagre de alcohol en partes iguales (1:1). Colocar dos gotas en cada oído al finalizar el día de natación.
  • Control de contaminación del agua (piletas e hidromasajes).
  • Evitar maniobras de limpieza.

 

Los depósitos de jabón pueden provocar dermatitis.

  • Tratar dermatitis previas.
  • Especial cuidado para diabéticos e inmunocomprometidos.
  • En vuelos se sugiere bostezar, masticar o cerrar la nariz con los dedos, cerrar la boca e intentar exhalar con fuerza. (maniobra de Valsalva)
  • Se pueden utilizar instilaciones en la nariz con Solución Hipertónica de Cloruro de Sodio (agua y sal) durante todo el vuelo para mantenerla despejada.
  • En las actividades de buceo, al iniciar el descenso se indica realizar la maniobra de Valsalva para «compensar» los cambios de presión. Si persisten los síntomas se sugiere no continuar con el buceo en esa jornada y evaluar la posibilidad de consulta con el especialista.