El deseo sexual está determinado por la luz solar
Los expertos dicen que estamos en el mejor mes para tener sexo. Con la llegada del buen tiempo apetece más porque el aumento de las horas de luz influye en la secreción de endorfinas y estimula la respuesta sexual
A pesar de todos los peligros asociados a él, salir a la calle para recibir toda la luz del sol que sea posible es uno de los mejores hábitos de salud que hay, ¡y es gratis! El astro rey es el ‘nutriente’ principal de nuestro organismo y, en primavera se vuelve un afrodisíaco (tanto como el marisco), así que si no hacemos el burro, podemos sacarle mucho partido.
Es decir, si nos protegemos adecuadamente y evitamos las horas de calor más intensas, al exponernos al sol estaremos reforzando nuestro sistema inmunitario, ahuyentando la tristeza y la apatía, además de facilitar la síntesis de la vitamina D.
“El estado de ánimo de una persona es fundamental para tener deseo en el ámbito sexual. En muchas ocasiones en un ambiente frío o lluvioso, las personas suelen llegar a experimentar algún grado de depresión que afecta directamente su desempeño sexual; sin embargo, es algo pasajero”, comenta Teresa Flores, sexóloga de Boston Medical Group.
“Lo mismo pasa ahora con la primavera, añade la experta, en la cual se liberan endorfinas, mejorando el estado de ánimo y disminuyendo los niveles de estrés, lo que beneficia la vida sexual. Es importante saber que, si hay algún factor que inhiba el deseo, o si existen padecimientos sexuales como la disfunción eréctil, el cuerpo nos está alertando de que algo está mal con nuestra salud y que es momento de atenderse por un especialista”.
Además, la luz solar eleva los niveles de producción de serotonina, un neurotransmisor que se produce en el cerebro y que nos hace sentir placer y excitación sexual.
“La serotonina nos proporciona sensaciones de placer y aumenta con el ejercicio físico, la luz solar y la buena alimentación. La luminosidad tiene un efecto directo en la producción de esta sustancia, que además de hacernos ver la vida de color de rosa, también incrementa nuestra excitación sexual”, afirma Ray Sahelian, experto en ciencia y nutrición por la Drexel University (Filadelfia, Estados Unidos) y autor del libro ‘Mind Boosters’.
Marzo, el pistoletazo de salida
A partir del equinoccio de primavera (en el que acabamos de entrar) los días son más largos que las noches; por tanto, todos estamos expuestos durante más tiempo a la luz natural, más aún a partir del próximo fin de semana que adoptamos el horario de verano.
Como consecuencia, el cuerpo produce mayor cantidad de vitamina D, un compuesto que -además de ser imprescindible para absorber el calcio y fortalecer los tejidos óseos– está asociado con la presencia de testosterona en la sangre.
De hecho, la hormona sexual masculina es la que mejor reacciona a la exposición solar. Lo demostró un grupo investigadores de la Universidad Médica de Graz (Austria), cuyo estudio, publicado en la revista Clinical Endocrinology, probó que los niveles de testosterona en los hombres aumentan con la vitamina D, que se genera en un 90 por ciento por la exposición al sol.
Otra investigación italiana publicada en enero de 2018 concluyó que la vitamina D —además de favorecer la absorción del calcio y el fósforo en el intestino — podría estar relacionada con el rendimiento sexual masculino. Las conclusiones mostraron que al sintetizar mayor cantidad de vitamina D, el cuerpo de los 114 participantes también segregaba más testosterona y mejoraba su función eréctil.